Cuando decimos la cantidad de “un crédito de carbono”, automáticamente se puede imaginar que equivale a una tonelada de dióxido de carbono –u otros gases de efecto invernadero– que ha dejado de emitirse a la atmósfera. ¡Eso es mucho!
Lo habitual es que las empresas emitan no sólo una tonelada, sino mucho más, lo que ha generado un enorme impacto ambiental y un grave cambio climático.
Para intentar mejorar este escenario y contribuir con el medio ambiente, Canopée desarrolla proyectos socioambientales sostenibles que generan créditos de carbono a partir de la conservación de áreas de bosque nativo en la Amazonía. Tanto empresas como individuos y organizaciones pueden adquirir estos créditos de carbono para compensar sus emisiones.
Pero cómo funciona en la práctica?
Al comprar créditos de carbono, la persona u organización “financia” un proyecto sostenible que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Cada programa tiene algunos lineamientos principales, ya sea preservar bosques, regenerar áreas deforestadas, generar energía renovable, además de otros que realizan manejo de residuos, por ejemplo.
Pero mucho más allá de comprar créditos de carbono, implementar un proyecto de esta magnitud implica introducir cambios en el comportamiento y los procesos en la empresa. Es necesario cambiar la mentalidad de la empresa y del equipo, e incorporar el concepto ESG a la cultura de la empresa.
Un ejemplo de esto sería la sustitución de los combustibles utilizados en las fábricas, donde el uso de “combustibles fósiles” –como el diésel– podría cambiarse por biomasa procedente de fuentes renovables (residuos agrícolas, pellets de eucalipto, etc.).
Para denominarse “carbono cero” o “carbono neutral” la empresa primero debe someterse a un diagnóstico, en el que se identifican todas las fuentes de emisiones de las que la empresa es directamente responsable, para poder cuantificar el impacto de sus operaciones en el medio ambiente. . Después de este mapeo, se discuten formas de mitigar o compensar este impacto.
En el caso de empresas que tienen un nivel muy alto de emisiones y pocas formas de permitir una reducción a corto plazo, pueden comprar créditos de carbono para compensar sus emisiones mientras llevan a cabo esta transición de modus operandi. De esta forma, ayudan, incluso de forma indirecta, a mantener un proyecto sostenible y equilibrar el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, contribuyendo al desarrollo sostenible.
Según Ecosystem Marketplace, el mercado de créditos voluntarios de carbono se cuadruplicó en 2021, alcanzando los 2 mil millones de dólares en todo el mundo. La expectativa de McKinsey es que alcance el valor de 50 mil millones en 2030. Las empresas que pretenden seguir existiendo y prosperando hasta entonces deben entrar en la carrera para remodelar su forma de producir, además de prestar la debida atención a las nuevas posibilidades de este mercado. ya que ha dado varias señales sobre su importancia para el mantenimiento de la vida en el planeta.
Estás interesado? Solicite un mapeo de sus emisiones de gases de efecto invernadero: canopee@canopee.com.br
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Canopée nació, a principios de 2020, del deseo de un pequeño grupo de empresarios y ejecutivos internacionales, que decidieron combinar sus habilidades y experiencias a favor del medio ambiente y las comunidades que viven en áreas de protección y preservación.
